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UNA FIGURA PRÁCTICAMENTE SIMÉTRICA

Un anillo cósmico perfecto por pura casualidad

Algunas veces la perspectiva del universo que tenemos desde nuestro planeta nos sorprende con imágenes caprichosas que nos recuerdan a ciertos objetos. En algunos casos hay que echar un poco de imaginación, en otros, la similitud es sorprendente. Como en este caso.

Imagen de la nebulosa planetaria Abell 33 en segundo plano, alineada con la estrellaHD 83535 en primer plano

Imagen de la nebulosa planetaria Abell 33 en segundo plano, alineada con la estrellaHD 83535 en primer plano ESO

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Las 88 constelaciones que existen en nuestros cielos muestran el aspecto que conocemos debido a una cuestión de perspectiva. Si viviésemos en otro sistema solar, las constelaciones se mostrarían de una forma muy diferente a la que estamos acostumbrados, ya que las estrellas no están incrustadas en una esfera, sino que cada estrella está separada de nosotros una distancia distinta.

La perspectiva ha sido fundamental a la hora de observar el cielo ya que los nombres que definen nuestro cielo y las historias que en él se plasman fueron puestas por los griegos asociando figuras que ellos imaginaban para honrar a sus dioses.

Muchas veces esa perspectiva juega a nuestro favor ya que por motivos puramente azarosos los astros se alinean, literalmente, para formar figuras caprichosas.

Es el caso de la imagen que forma la nebulosa planetaria PN A66 33, conocida como Abell 33. Como ya hablamos hace unas semanas, estos objetos representan la muerte de una estrella de un tamaño similar al del Sol. En el caso de Abell 33, la figura que podemos apreciar desde la Tierra es la de un círculo casi perfecto, algo inusual en este tipo de objetos no suelen tener aspectos tan sumamente simétricos.

Por otra parte, justo en el borde del círculo que forma la nebulosa planetaria, aparece la brillante estrella HD 83535. Aunque todo parezca estar en un mismo plano, la distancia de la estrella y la nebulosa planetaria no es la misma, ya que la estrella se encuentra a 782 años luz, frente a los 1500 de Abell 33. Juntas crean un anillo con un diamante centelleante en la constelación de Hydra.

La imagen, tomada por el instrumento FORS (FOcal Reducer and low dispersion Spectrograph), instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO (Observatorio Europeo Austral) en Chile, nos muestra otra de sus joyas. Lástima que esta maravilla cósmica sólo pueda verse desde un puñado de estrellas.

Esta imagen procede del programa Joyas Cósmicas de ESO, una iniciativa de divulgación cuya intención es producir imágenes de objetos interesantes, llamativos o visualmente atractivos utilizando telescopios de ESO con finalidades educativas y divulgativas. El programa utiliza tiempo de observación que no puede usarse para observaciones científicas. Todos los datos obtenidos son también útiles para fines científicos, y son puestos a disposición de los astrónomos a través del archivo científico de ESO.

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