Los primeros testimonios sobre la sustancia psicotrópica no tardan en aparecer en los foros. Es un hecho, las ‘sales de baño’ se consumen en el país. “Solo tengo una palabra para describirla: wow”, describe un forero. “Os digo la verdad, esta droga me subió como la cocaína o el speed, era impresionante”, relata otro usuario de internet. “Lo mejor eso, felicidad. Pegas un viaje a Parla”, expresa un tercer consumidor.

No todas las experiencias con esta extraña droga son positivas: “Me miré la cara en el espejo y era una locura, me miré la cara y me dije ¿qué coño me está pasando? Los ojos estaban rojos, la boca se me movía sola y ahí me empecé a preocupar. Ellos dicen que cuando volví del baño no hablaba, que solamente hacía como gritos, como rugidos y super violento; le cogí el brazo a uno de ellos y bueno, cuando vi lo que le había hecho me acojoné. Tenía un trozo de carne arrancado del brazo, un auténtico disparate”, cuenta un joven que tras su consumo, fuera de control, llegó a morderle el brazo a su propio amigo.

Estas ‘sales de baño’ proceden de la industria, se utilizan para la fabricación, por ejemplo, de abonos para las plantas. “Ocurre que algún narcotraficante ha visto la oportunidad de utilizar estas moléculas como drogas”, explica el forense José Cabrera. “Lo que diferencia a esta droga es que afecta al individuo cien veces más que cualquier sustancia conocida. Produce agresividad en la gente, que puede llegar a tirarse por la ventana o morderle la cara a un transeúnte como ya ha ocurrido. Es una explosión de agresividad”.

En Estados Unidos o Reino Unido ha quedado prohibida su venta, algo que no ha pasado en España, pues con tan solo un click de ratón se pueden adquirir unos sobres de Ivory Wave, marca con la que se comercializa.