Julia, con 27 años, fue la primera mujer en lograr el divorcio en España. "Llegaron los periodistas a los juzgados buscándome. Me los encontré echando fotos escondidos tras los coches", recuerda.
Tras divorciarse, Julia pasó 25 años sin contarlo. Un tabú que incluso le empujó a abandonar su ciudad. "A mi padre no le gustó nada el asunto del divorcio. Era como un estigma, no me gustaba decirlo", lamenta.
La ruptura no sólo estigmatizaba a los divorciados. Muchos hijos también se sintieron como bichos raros en los 80. "Yo soy hijo de divorciados, nieto de separados porque no se podían divorciar en aquella época. En aquellos años eras un bicho raro porque no había muchos", cuenta Luis Zarraluqui, director de 'Zarraluqui abogados de familia'.
Durante el primer año de la ley se divorciaron 20.000 personas. Tras la conocida como 'ley del divorcio express' de 2005, la cifra se multiplicó por seis: casi 130.000 divorcios.
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