Esta semana se han cumplido los 40 años del intento de Golpe de Estado del 23F. Tantos años después, seguimos divididos entre los que creen que el rey salvó la democracia y los que creen que hay muchas zonas oscuras. "Lo que no vemos no podemos saber si existe o no. Solo podremos saberlo cuando se desclasifique la información, si es que hay información clasificada que todavía no conocemos", apunta el catedrático en Derecho Penal José Luis González Cussac.

Diego Camacho era capitán de infantería de operaciones especiales del servicio de inteligencia, el CESID, y asegura que el 23F se encontró con indicios clave. En laSexta Columna ha relatado que logró entrar en el Congreso y hablar con golpistas, que le contaron que a Tejero no le estaban saliendo los planes: "El general Armada llegó, se entrevistó con Tejero, le mostró una lista de lo que iba a ser el futuro gobierno que iba a nombrar. Tejero ve que en esa lista hay personas del PCE y del PSOE y le produce una fuerte indignación".

Según Camacho, esa lista y los primeros decretos del supuesto gobierno de Armada habían sido impresos en el mismo CESID. Pero no cree que esos documentos estén guardados en los archivos secretos del Estado: "Creo que estarán destruidos". El capitán Camacho denunció dentro del propio CESID que altos cargos del espionaje español estaban implicados en el golpe.

Tardaron un mes en abrir una investigación no judicial, y él asegura que acabó sufriendo represalias con aroma mafioso: "A mí me dejaron un pájaro muerto encima del capó del coche, el típico aviso de la mafia siciliana. Nos íbamos a dormir a un sitio distinto cada noche". Poco después, fue destinado a Guinea Ecuatorial.

La investigación no judicial dio como resultado el 'informe Jaudenes', donde los miembros del servicio secreto contaron todo lo que sabían; entre ellos Diego Camacho. Ese informe nunca llegó a las defensas para que se utilizara en el juicio del 23F y se clasificó como secreto. Años después, cuando salió a la luz, había sido cercenado. "Se comprobó que nuestras declaraciones habían sido destruidas. Los cuatro folios que yo firmé personalmente han desaparecido", relata Camacho.

Javier Fernández, exdirector del CESID, afirma que "los servicios de información no funcionan como un cuartel, y añade: "Cada agente es responsable de lo que hace. Afirmar que el CESID estuviera en el golpe no es cierto".