Es un hecho que para los jóvenes se ha vuelto prácticamente imposible comprar una vivienda. La crisis de precariedad que se vive en el sector laboral, unido a los altos precios registrados ya no solo en la compraventa, sino en el alquiler de estos inmuebles, impiden a esta generación tener acceso a los bienes que sí pudieron adquirir sus padres y abuelos. No obstante, sigue habiendo gente que piensa que el problema viene dado no por la precariedad, sino por el gasto en ocio.

La realidad es esta: un salario de 1.200 euros al mes en Málaga para comprar un piso de 65 metros cuadrados, cuyo valor actual en el mercado ronda los 148.000 euros. Para acceder, deberíamos ahorrar 41.500 euros, el precio de la entrada. Pero ¿es posible ahorrar cuando se pagan, mínimo, 250 euros de alquiler, 200 de comida, facturas y gasolina? En laSexta Columna ya hicimos el cálculo: aun no gastando absolutamente nada en ocio, deberemos ahorrar bastantes años para poder acceder a la entrada.