*Advertencia: el texto a continuación incluye referencias a contenido sensible.
Los atroces contenidos que 'Vanessa' (nombre ficticio) se veía obligada a ver día tras día como moderadora de Facebook la sumieron en una "espiral" de ataques de pánico, deudas y miedo a salir de casa en la que incluso llegó a planear su propio suicidio. Una verdadera bajada a los infiernos que la trabajadora relata en Salvados.
"Hay un momento donde yo misma me quedo atrapada en el trabajo", cuenta a Gonzo. "Aparte de los ataques de pánico, empiezo a ser más sensible a la luz, empiezo a ser sensible a los sonidos, no aguantaba nada de ruido", detalla 'Vanessa', que explica que comenzó a hacer "compras compulsivas" y llegó a endeudarse en casi 20.000 euros.
"Todo en esta espiral donde yo no me daba cuenta. Empecé a oscurecerme y a verlo todo negativo. Me gasté casi 1.000 euros en insonorizar la pared con la vecina porque no soportaba escuchar su televisor. Empiezo a no querer salir a la calle, empecé a odiar a todo el mundo. Digo 'cómo no te vas a querer matar si el mundo es esto'. Ahí empiezo a empatizar con el suicida", asevera.
Pensamientos suicidas que trasladó a la psicóloga de su empresa: "En una de las sesiones que pedí con la psicóloga le digo en un momento de vulnerabilidad: 'Tengo ganas de tirarme por esta ventana, no tengo ganas de tirarme del balcón de mi casa, tengo ganas de tirarme de la planta siete para que todo el mundo sepa cómo esta empresa está enfermando a la gente'", cuenta.
La respuesta de la psicóloga, sin embargo, fue un "no sé qué decirte": "No pasó nada. Nada. Nadie vino a hablar conmigo, nadie me cambió de la cola de suicidio", denuncia 'Vanessa', cuyos pensamientos suicidas no acabaron ahí. "En un momento empecé a planificar mi suicidio", relata. "Yo iba acumulando medicación y cuando estaba preparando las pastillas, tuve como un sacudón de conciencia, por decirlo así, y busqué por Internet al primer psicólogo que tuviera la primera cita, daba igual quien sea", recuerda.
Tras hablar con el psicólogo y un psiquiatra, los especialistas decidieron ingresarla. "Ahí me quedé internada 15 días y lo agradezco", cuenta.