Jordi Évole ha destacado que lleva 11 años haciendo Salvados, que es el programa de su vida y que difícilmente hará otra cosa con esa transcendencia. "Pero ya desde que empezó la temporada le llevo dando vueltas y con la entrevista a papa vi muy claro que se había cerrado el círculo", ha explicado.

"El segundo programa de Salvados que hicimos fue 'Salvados por la Iglesia'. Nos infiltramos en el Vaticano sin ningún tipo de acreditación y conseguimos en el año 2008 regalarle la guitarra de Chikilicuatre al papa Benedicto, una locura. 11 años después, yo me veía delante del papa, sin tenerme que colar, con todos los permisos y teniendo con él una entrevista como muy poca gente ha tenido", relata Évole.

"Fue ahí cuando yo vi que se cerraba un círculo. Es tiempo de dar un relevo. Yo quiero que siga Salvados y Salvados va a seguir. No hay nada que me haga más feliz que pensar que Salvados me va a sobrevivir, pero yo, a partir de la temporada que viene no presentaré Salvados", ha añadido.

Ante el "oh" que se ha oído desde el publico al hacer el anuncio, Évole ha querido señalar que es "un momento muy dulce para dejar Salvados, para dejárselo a otra persona y que le imprima su carácter y personalidad". También ha destacado que "hay muchos programas en la historia que han cambiado de presentador, que parecía que solo los podía presentar una persona y luego sobreviven a los presentadores".

Eso sí, que no cunda el pánico. Hay Jordi Évole para rato. "Voy a hacer otro proyecto que llegará más pronto que tarde", ha asegurado.

Jordi Évole ya había avisado de que su entrevista en El Hormiguero no iba a ser una entrevista más. "Tengo ganas de contaros algo que muy poca gente sabe", aseguraba en Twitter minutos antes de comenzar el programa.