Durante muchos años, el grupo que más discos vendía, Camela, sufría el desprecio de la crítica y de quienes otorgan los premios más importantes de nuestro país. "Si Camela fuera un grupo norteamericano les habrían hecho cuatro series", destaca Yolanda Aguilar, su biógrafa.

Decir que te gustaba Camela, suponía arriesgarse a que los modernos de turno te miraran mal. "Camela es un claro ejemplo de grupo con muchos prejuicios", destaca Arturo Valls mientras que Pepe Reina destaca que está "tremendamente orgulloso" de que le guste Camela.

Todo cambió el día que una gran diva del pop español, icono de modernidad, dijo que admiraba a Camela. Se trataba de Alaska, ella fue la encargada de inaugurar un fenómeno imparable: la camelamanía. "Soy fan porque tienen personalidad, porque han inventado un estilo, porque son buenas personas y no van de nada que no sean". En el año 2001, Alaska acudió a un programa de televisión a cantar con una camiseta que ponía Camela. "A todos nos gusta llevar camisetas de los grupos que nos gusta, no era una declaración de principios ni un apoyo, porque no lo necesitaban", explica en la actualidad Alaska.

El gesto valiente de Alaska ocurrió en 2001, un año muy marcado por el éxito de Operación Triunfo, Shakira y la música en inglés. "Cuando las Spice Girls son número 1 en todo el mundo, en España era Camela", destaca Alaska mientras que Cristina Pedroche resalta que "Camela es lo mejor que le ha pasado a España". Por su lado, Los Chicos afirman que "a la gente le encanta a Los Chichos y Camela, pero cuando llegan a un semáforo bajan el volumen".