Alberto Chicote se dispone a conocer la cocina de Bámbola y se sorprende de lo bien cuidado que está todo, pero recalca que parece que esté hecha "de recortes". María Jesús le confiesa que hay electrodomésticos que no funcionan.

"Pero, joder, que estamos en Málaga. ¿No te sale más a cuenta ir al mercado y que te traigan el producto fresco y darlo mejor?", le pregunta el chef sorprendido cuando ve que los mejillones están congelados. En este momento, la cocinera se derrumba. "Tienes razón, pero encima que no vendo, ¿tiro? Es que entonces, ¿más pérdidas todavía? ¿Más?", lamenta.

María Jesús se arrepiente de haber abierto el restaurante. "Ha sido una cagada de mi vida", dice entre lágrimas. "Yo a lo mejor no sé gestionar esto bien... Me he equivocado porque no me va bien. Yo quiero que mi negocio funcione", reconoce.

"Llevas dos años haciendo un trabajo que ni te gusta ni es el tuyo solo para sacar adelante. Pues olé tus cojones", intenta animarla Alberto Chicote. "Eres el último clavo ardiendo que yo podría haber cogido", le responde, para después avisarle de que el servicio "va a ser una locura". "Yo, si te puedo echar una mano y decirte que hay algo que no estás haciendo bien, te lo diré", le promete el chef de Pesadilla en la cocina.