"Solo llevamos panchitos", se quejaban los clientes del restaurante Phoenix en el primer servicio que presenció el equipo de Pesadilla en la cocina. "¿Todavía no ha salido nada de lo que hay aquí?", preguntó extrañado Alberto Chicote apuntando a las comandas. Todo se estaba empezando a descontrolar y esto era solo el principio.

Yerdin, el camarero, se vio obligado a entrar en la cocina. "Hay un jaleo, un cacao mental, que yo no sé qué hacer, no entiendo nada", reconocía tras 'transformarse' en cocinero. "Yo no estoy acostumbrado a estar en la cocina y Cristian tampoco, pero yo lo hago ya mejor que él. Él es que es un desastre total", se sinceraba Yerdin ante las cámaras acerca de su jefe y la situación del restaurante.

Cristian, el propietario, comenzó a perder los nervios, la paciencia y las buenas formas, llegando a pegar puñetazos a la barra delante de los clientes al hacerse un lío tremendo con las comandas. Tras aquel tenso momento, los comensales comenzaron a levantarse de las mesas y salir del local. "Se me han quemado todos los fusibles que tengo dentro del cerebro, así que carta blanca", confesó Cristian.

"¿Qué significa 'Dio cane'?", preguntaba Alberto Chicote ante la insistencia del dueño en repetir esa expresión. "Una palabra muy fea", le aseguraba una de las camareras.

"No soy un puto cocinero de mierda"

Entre blasfemias y patadas a las sillas, a Cristian aún le quedó tiempo para una ofensa más. "Yo no soy un puto cocinero de mierda", le decía a Alberto Chicote durante el primer servicio del Phoenix ante las cámaras. Esta fue la reacción del chef a estas palabras.

Las súplicas de Chicote

El carácter del dueño del Phoenix asombró en más de una ocasión al chef que llegó a elevar una petición a lo más alto. "Ay, Madonna, ilumínanos o ilumina a este", pidió el presentador de Pesadilla en la cocina mirando al techo como podemos ver en el siguiente vídeo.

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de Pesadilla en la cocina.