Tras probar los platos de la carta de Magalia, llega el momento de conocer a la cocinera y las instalaciones del local. "Eso sí va a encontrar, grasa por un tubo", asegura Celedonia en su primera conversación con Alberto Chicote. "De aquí a dos días estará completamente limpio", asegura Manuel, el propietario. "Limpiamos arriba, pero abajo no", confiesa la cocinera.

"Tú eres, por desgracia, de esos hosteleros que tengan 50, 70 o 150.000 años que piensan que una cocina es un espacio naturalmente sucio", le acusa Chicote. "Cuando se termina en la cocina, se pasa un paño, lo que no se hace es una limpieza interna", dice ante las cámaras Manuel.

La siguiente parada en este viaje son las cámaras refrigeradoras, donde Alberto descubre que el producto está sin tapar y la carne, amontonada. "Eso no tenía que estar ahí encima, yo no sé cómo no hemos cogido el coronavirus con toda la infección que hay ahí", se lamenta la cocinera.

Alberto Chicote estalla cuando descubre que tapan la carne con un trapo de cocina. "¡Que esto está prohibido, que tienes que usar el papel film!". Sus gritos se escuchan desde la barra, donde se encuentran los trabajadores de Magalia. "Madre mía, la que le está metiendo, pero todo con razón, ¿eh?", comentan entre ellos.