Habemus papam

La sorpresa de los más cercanos a León XIV: "no le daba ni una papeleta" para ser el nuevo papa

¿Por qué es importante?
El prior de los agustinos en Bilbao, Jesús Álvarez, y amigo cercano del papa León XIV, nos habla de cómo vivió la fumata blanca con sorpresa. Se confiesa "escéptico" respecto a las posibilidades de que su amigo fuera elegido, pero lo celebra porque cree que es un hombre que "hablará claro y que es muy reflexivo"

agustino-amigo-papa-ni-una-papeleta

Tras la elección del cardenal Robert Prevost como nuevo pontífice, son muchos los que ahora aseguran que su nombre aparecía entre los primeros puestos en todas las quiniela de papables. Sin embargo, algunas de las personas que le conocen, no se esperaban que fuera su amigo el que saliera al balcón como León XIV.

El prior de los agustinos en Bilbao, Jesús Álvarez, y amigo cercano del papa León XIV, ha estado en Más Vale Tarde para contar cómo vivió la fumata blanca con sorpresa. Se confiesa "escéptico" respecto a las posibilidades de que su amigo fuera elegido, pero lo ha celebrado, porque cree que es un hombre que "hablará claro y que es muy reflexivo".

Álvarez es amigo del nuevo papa desde la época en la que eran estudiantes. Este agustino conoció al cardenal Robert Prevost en Roma, en el año 1982, y desde entonces no han perdido el contacto. El ahora papa León XIV estaba estudiando la carrera de Derecho Canónico (también es licenciado en matemáticas y filosofía). Su amigo, Jesús Álvarez, estudiaba Historia de la Iglesia. Allí se conocieron y ha contado en Más Vale Tarde mucho sobre sus vivencias.

Preguntado por si Prevost sospechaba su elección antes de entrar al cónclave, el religioso agustino se ha mostrado cauto. "De mi comunidad, que somos siete, yo era el más escéptico. No le daba ni una papeleta". Ahora bien, tiene que reconocer que "las cuentas no siempre salen como piensa la mayoría" y "yo no me lo esperaba, para nada".

El agustino mantiene que Prevost "no estaba en alguna de las quinielas", pero apunta la importancia de las conversaciones precónclave, en el que los cardenales se van conociendo y "creando perfiles".

Sobre sus 40 años en Perú, siendo misionero y cuidando de los pobres, su amigo ha querido destacar que el papa Francisco tuvo que "insistir varias veces" para traer a Prevost a Roma. "Estaba muy contento de su experiencia misional, donde empezó muy joven".

Pese a la felicidad que ahora siente, no ha querido llamar a su amigo porque "sé que en estos momentos su teléfono está ardiendo". Prefiere esperar un tiempo para no molestar. "Tengo la suficiente confianza" como para felicitarle meses después y que el papa no se enfade.