El grupo de falsificadores desmantelado por la Policía no sólo delinquía en el país, también lo hacía en más de 20 países entre América, Europa y Asia.

Para realizar las falsificaciones analizaban los modelos de cajeros automáticos y los estudiaban detenidamente en sus laboratorios. Lograban saltarse las medidas de seguridad de las entidades bancarias. "Son grupos muy técnicos, muy especializados, y con el tiempo logran saltarse estas medidas de seguridad", expresa el inspector de la Brigada Provincial de Madrid.

Todos los miembros de la banda eran de nacionalidad búlgara. La base de operaciones y los laboratorios se encontraban en su país de origen, pero España era uno de sus destinos preferidos para actuar."Son grupos itinerantes. El núcleo se basaba en Madrid y la zona de Levante pero se movían por toda la península", dice Inspector.

Pero la banda no solo clonaba tarjetas de crédito, sino que también se dedicaban a robos en domicilios, tráfico de drogas y tráfico de vehículos. La investigación al grupo comenzó en septiembre de 2012, cuando se detectó la colocación de dispositivos de clonación en cajeros automáticos de Madrid. Pero se trataba de una operación a escala mundial.

Desde la Policía Nacional aseguran que Bulgaria no está en el “top ten” de la criminalidad organizada en España, pero sí que se trata de delincuentes muy especializados.