El Ministerio de Exteriores ha alertado sobre el turismo de operaciones estéticas en Turquía tras confirmarse la muerte de cuatro españoles en los últimos meses tras someterse allí a intervenciones cosméticas, mientras que un número similar sufre secuelas graves. Maribel Ruiz sufrió en sus propias carnes este peligro: viajó a Turquía para operarse el pecho y, una vez allí, decidió aprovechar para cambiarse unas placas metálicas que tenía en los dientes, una intervención que acabó costándole toda la dentadura.

"Me anestesiaron la boca, me pusieron seis jeringuillas de anestesia y cuando me di cuenta me habían sacado todos los dientes", relata la afectada en Más Vale Tarde. "La cosa fue muy seria, me quitaron todos los dientes", insiste Maribel, que describe cómo se tocó la boca para descubrir que le habían extraído todas las piezas: "Me di cuenta de que no tenía dientes", rememora.

En la clínica, la solución que le ofrecieron fue que volviera en unos meses y que entretanto usara una dentadura postiza, que le intentaron pegar allí sin éxito: "Al final me la traje en el bolso", recuerda. Empezaba así un calvario: Maribel asegura que lo ha pasado muy mal y que ha estado "nueve meses con mascarilla hasta para dormir".

No obstante, asegura estar contenta con el resultado de su intervención de pecho, aunque insiste en que no merece la pena el dinero que se ahorró para el destrozo que le hicieron en la boca: "No compensa porque yo me he quedado sin dientes", afirma. "El pecho sí, yo estoy contenta, pero la boca no, a mí me dejaron sin un diente", insiste Maribel, que durante meses ha estado "sin poder comer" y ahora se está recuperando de la mano de una clínica de Gijón que se ofreció a arreglarle el estropicio.

Puedes escuchar su testimonio en el vídeo que ilustra estas líneas.