Benditos momentazos que hacen que un jueves cualquiera en la redacción de laSexta cambien por completo. Cuando Sergio ha entrado por la puerta, los aplausos no han parado de sonar durante dos minutos. ¡Ni que España hubiera ganado un mundial! Y es que Sergio acababa de pedir matrimonio a su novia Alba, una azafata de Iberia, en pleno vuelo con destino a Roma. No, no podía haber sido mejor ni más bonito destino.

El momentazo se ha hecho viral después de que hasta la misma compañía lo haya colgado en sus redes sociales. Porque, de vez en cuando, es necesario una dosis de amor y romanticismo para creer que el mundo a veces puede ser mejor.

"Eso mismo me han dicho los de Iberia, entre tantas noticias tristes, esto es maravilloso y por ello lo hemos colgado", nos cuenta Sergio después de esos minutos de aplausos, besos y felicitaciones de todos los compañeros/as que preguntábamos una y otra vez: "Pero, ¿cómo fué? ¡Cuéntanos!"

Tal y como confiesa Sergio, todo estaba preparado desde hace semanas, estaba compinchado con el comandante y con los compañeros azafatos/as, ya que Sergio quería aprovechar una pernocta para pedirle matrimonio a su novia Alba, con la que lleva saliendo desde hace tres años. Y esa pernocta coincidía con un vuelo a Roma, el 14 de febrero. Y todo salió rodado.

"Estábamos en el vuelo, destino a Roma, y yo me levanté del asiento para ir hacia donde estaba el copiloto y ella me riñó y me dijo que a dónde iba. Yo le contesté que el comandante me iba a enseñar los Alpes y fue entonces cuando cogí el micrófono", nos relata Sergio.

Y sí, cogió el micrófono y dijo: "Estimados pasajeros, no les habla el comandante ni ningún miembro de la tripulación. Les habla un hombre enamorado de una muchacha que está trabajando con vosotros hoy en el vuelo, en el sitio donde más segura se siente, donde siempre llega antes, velando por nuestra seguridad y que se esforzó mucho para llegar a Iberia", empezó diciendo Sergio mientras Alba, tremendamente sorprendida, se acercaba a él.

"Y hoy aquí, delante de todos ustedes, le voy a hacer una pregunta muy importante: 'Alba, ¿quieres casarte conmigo?'", terminó diciendo, arrodillándose y mostrándole un precioso anillo. La respuesta no podía ser otra que "¿será verdad? Sí quiero, sí", decía Alba sonriendo entre nervios y alegría.

Y así fue como un vuelo cualquiera a Roma se convirtió en un tremendo momentazo que los pasajeros recordarán para toda la vida. Y ojalá que también para toda la vida sea la historia de Sergio y Alba. ¡Felicidades, pareja! ¡Felicidades, compañero! Os deseamos todo lo mejor y más bonito del mundo.