Los vecinos de Ciempozuelos, en Madrid, certifican su rechazo a una cruz con símbolos franquistas con más de cien firmas en menos de una hora. La cruz ha vuelto a decorar desde hace un mes los jardines de la parroquia situada en el centro del pueblo. "Mi abuelo luchó en la Guerra Civil y yo no tengo por qué ver esto", cuenta una vecina. Para otro, se trata de "una provocación" el que se vuelva a colocar el símbolo franquista.
La polémica en el municipio ha crecido ahora que la valla que la escondía ha sido retirada. Restaurada y mucho más visible, los símbolos franquistas no pasan desapercibidos. Un vecino asegura que "no está acorde con la democracia". Una pintada con la palabra "asesinos" es el "primer regalito de muchos que van a dejar a esta cruz", según Javier Morgado, perteneciente al PSOE de Ciempozuelos.
El debate no está sólo entre los vecinos sino también sobre quién es el dueño de la cruz y, por tanto, quien tiene la responsabilidad de cumplir con la Ley de Memoria Histórica y retirarla. Desde el Ayuntamiento del Partido Popular insisten en que el propietario es la parroquia y, por tanto, el responsable el párroco.
Sin embargo, Don Antonio, en este programa responsabilizó al Ayuntamiento asegurando que "es verdad que la cruz está en territorio parroquial pero hace unos años estaba en la plaza del pueblo, por lo que el que la ha traído que la quite que yo no me voy a oponer". Sin dueño reconocible y sin una solución a la vista, la cruz vuelve a dividir al pueblo en dos bandos, según al que pertenecieron sus antepasados durante la Guerra.