La isla de La Palma sigue llena de turistas, alojados en una zona más tranquila y segura pero también cercana al volcán. Una situación que choca con la tristeza que viven los palmeros estas semanas, intranquilos muchos por no saber si perderán sus casas, muy dolidos quienes han perdido todo. De hecho, son muchos los que no comprenden que haya en la isla gente haciéndose selfies, porque para ellos la erupción volcánica no tiene nada de apetecible, como destaca la periodista Cristina Pardo.

LaSexta ha podido charlar con algunos de los turistas que estos días, y a pesar de las circunstancias, continúan bañándose en el mar, disfrutando de una comida en un chiringuito o realizando una visita turística por los lugares de interés de la isla. Algunos corroboran que no han sentido miedo en ningún momento, y hay quien incluso confirma que el volcán "no se nota" en la parte este de la isla.

Además, la erupción del volcán ha hecho crecer también otro tipo de turismo que no se acerca a la isla a disfrutar del entorno sino para vivir la experiencia y la "oportunidad única" que supone ver una erupción en directo. Y es que ya es una realidad, el volcán sirve de reclamo turístico, porque atrae todas las miradas y casi todas las visitas.