Una mujer, que no quiere dar la cara por miedo a represalias, lleva más de 20 años trabajando en la UVI de neonatos en el hospital de Toledo y asegura que ella y sus compañeras compran material porque o no hay o no sirve.
A la falta de material se une la falta personal, como esta noche en la que una enfermera de otra planta se ha quedado con 20 niños en urgencias, 7 de ellos del módulo de aislamiento por lo que el contagio acaba suponiendo un riesgo para todos.
Los pasillos del 12 de octubre se encuentran colapsados, con los familiares de pie junto a ellos. En el Hospital de Fuenlabrada los médicos no podían acudir a las concentraciones en defensa de la sanidad pública.
Este viernes en el Hospital de la Princesa había 13 pacientes esperando una cama de urgencias desde ayer. Aunque han abierto una planta los enfermos siguen estando en boxes doblados.
Una sanidad bajo mínimos con una sobrecarga de trabajo que en muchos casos acaba afectando a la calidad en la atención al paciente.