Leonor, curiosa, le pregunta a su madre por el fajín de Capital General que le han impuesto a su padre Felipe VI. No se ha perdido ni un sólo detalle. Antes de salir al Congreso de los diputados, ha estado muy pendiente de su padre. Con una actitud correcta, responsable y muy seria a pesar de tener sólo ocho años. El rey le explica a su hija en que vehículo tendrán que ir ella y su hermana, la infanta Sofía. Un día lleno de cambios y cosas nuevas para ellas. El rey Felipe VI ha estado muy pendiente de las niñas.

La princesa de Asturias no perdía de vista a su padre para saber en que posición debía colocarse, siempre se situába delante de él. Curioso momento cuando las distintas personalidades les reciben y saludan en el Congreso. A Leonor le hacen reverencia, a Sofía simplemente le dan mano. Aparecen así las primeras diferencias del protocolo real.

Durante la proclamación del rey, la princesa de Asturias se ha mostrado atenta al discurso de su padre, impasible mirando al frente, mientras que  la infanta Sofía de siete años estaba más atenta a las tribunas, sonriendo a su abuela y a su tía. Emocionadas recibían así la mención de su padre, el rey.

En el besamos la reina Letizia ha estado muy pendiente de sus hijas, explicandoles quien era cada una de las personalidades que les saludaban, tan explicita ha sido la explicación que ocasiones se paraba así. 

Ya en el palacio Real, las dos hermanas se cogían de la mano en varias ocasiones antes de salir al balcón a saludar. Un balcón adaptado con tarimas para que pudieran llegar bien y ser vistas. Deslumbradas por el sol no han dejado de saludar hasta que han terminado agotadas.