El turismo en Ibiza peligra por las prospecciones petrolíferas que una  empresa escocesa quiere realizar. Una acción que según los ibicencos conseguiría que los turistas no fueran a la isla y dejaría de ser, por tanto, una fuente de ingresos, ya que nueve de cada diez habitantes viven del turismo. La empresa asegura que los pozos no se verían desde la costa, pero para los ibicencos, Ibiza es mucho más de lo que se ve desde la playa.

El paisaje, las aguas cristalinas, la tranquilidad o la diversión son algunos de los valores que llevan años promocionando. Una imagen y una concepción de destino en la que no encajarían las prospecciones petrolíferas. Un pozo que, de salir adelante el proyecto que pretende extraer petróleo en la isla, estaría levantado en poco más de un año.

Vicente Serra, presidente del Consell explica que su petróleo es "el turismo y, por tanto, no dejaremos que nadie toque algo de lo que nosotros vivimos y que constituye nuestra forma de vida". Tanto es así que más del 95% del PIB de la isla procede de este sector. "Nosotros no tenemos nada. si quitamos el turismo... no nos queda nada" dice Ángeles Nogales, gerente de fomento del turismo de Ibiza.

María José y su marido viven, precisamente, del mar. Venden travesías en barco por las azules aguas del Mediterráneo. Un negocio que, de haber plantas de petróleo, tendrían que plantearse cerrar. María José, Rumbo Norte: " Tendríamos que cambiar e irnos a otra base, otro destino a montar nuestra empresa ahí. Lo cual afectará a los 14 empleados que tenemos en invierno y a los más de 40 que tenemos en verano, y a todo el dinero que entra en Ibiza gracias al sector náutico, al turismo internacional y a todo".

Sin embargo, los que están a favor de las prospecciones defienden los puestos de trabajo que el petróleo movería a la isla, y la capidad del país para generar su propia energía. Pero, según Serra: "Efectos positivos artefactados: no van a existir incremento de puestos de trabajo y, desde luego, no los va a haber en Ibiza. No nos lo creemos". Y aunque hubiesen nuevos puestos de trabajo, Serra dice que no los querrían "a costa de contaminar, a costa de destruir el turismo y la forma de vida" .

La preocupación al daño que el petróleo puede hacer al sector turístico parece tener su lógica: en el año 2013, más de 2.400.000 personas visitaron Ibiza, dejándo en la isla más de 2.300.000  de euros.