El sargento de la Guardia Civil de Bande está a punto de ser destituido. Para muchos, el principal motivo son las excesivas multas que pone, para otros, la influencia del alcalde y su exmujer, una diputada ourensana que también fueron sancionados.

La enemistad se acrecentó al mismo tiempo que las multas. Según el Ayuntamiento, el agente ha incumplido la cordialidad que debe haber entre instituciones. Para muchos vecinos, el agente únicamente pone orden dentro del caos.

El último repintado de líneas contínuas no satisface a los vecinos, pero justifica todas las sanciones. Los comerciantes se quejan de que antes sus clientes podían parar sus coches delante del comercio y comprar, mientras que ahora no pueden hacerlo.