La ley antitabaco vive uno de sus peores momentos. El Gobierno está pensando en dejar en mano de las comunidades autónomas su aplicación, de modo que sea cada región la que decida sobre ella.

Al respecto, los profesionales sanitarios ven "impresentable" que se quieran crear puestos de trabajo a costa de la salud. Avisan de que cambiar la Ley antitabaco aumentará los costes sanitarios y aseguran que el ánimo de lucro va en contra de los valores del Sistema Nacional de Salud.

Sobre la cuestión, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid se muestra contundente, "creo que es bueno que se hagan las reformas que sean necesarías". En total, si finalmente se produce la modificación, se tirarían un total de ocho años por la borda.

El presidente de la Comunidad de Madrid ha salido a la palestra. Ha necesitado ocho segundo para asegurar que está de acuerdo con que la ley pueda sufrir modificaciones. Sin embargo, Ana Mato, titular de Sanidad, no está por la labor. Desde su ministerio, no se posicionan. Según explican, están estudiando todas las posibilidades. 

En el origen de la cuestión se encuentra la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, a favor de que la ley se suavice para ceder a las exigencias de Sheldon Adelson. En definitiva, el programa está más vivo que nunca.