Desde hace poco 28 familias ocupan un edificio abandonado en Cádiz, son la corrala de la Bahía, la mayoría vienen de desahucios y de ocupaciones anteriores. Aseguran que cuando entraron en el edificio se encontraos las llaves de cada casa dentro de ellas.

Van a recoger agua a una fuente cercana y con garrafas y botellas limpian se asean y cocinan lo poco que tienen. Una cocina que solo funciona como despensa y un baño sin retrete, así viven las familias en este bloque de viviendas.

Se organizan como una comunidad 80 personas que han formado ya una gran familia. Recogen comida que luego reparten entre todos. El ayuntamiento de Cádiz les remite a los Servicios Sociales pero ninguna familia cumple los requisitos para acceder a una ayuda. La consejería de vivienda de Andalucía tampoco les da ninguna respuesta.

Muchas de estas familias viven sólo en un único colchón, en ocasiones hasta siete miembros comparten cama con la excusa de no pasar frío, aprovechando el calor que se dan los unos a los otros.

Cada semana tienen una asamblea donde se organizan las tareas de la comunidad como buenamente pueden y así van a seguir sobreviviendo porque dicen que es la única alternativa que les queda.