"Es una impotencia muy grande. Yo sí pagué la multa, pero fuera de plazo porque mi abogado me engañó. Mi antiguo abogado me dijo que yo era insolvente y que no debía pagar la cuantía de multas sustitutivas porque yo había pagado la condena de 6.400 euros. Yo confío en ese abogado hasta que me llegaron tres cartas, y en la tercera ponía que tenía que entrar en prisión", explica.

Esta madre sostiene que en el momento que el juez le impuso la multa ella tenía ayuda y podría haberla pagado, pero su abogado le dijo que no lo hiciera. Ahora tiene otro abogado y éste va a denunciar al antiguo letrado de Sara porque, dice, "es injusto".

Cinco años después Sara ya no tiene anorexia ni bulimia, algo que en el pasado le motivó a usar la tarjeta que se había encontrado y por la que fue condenada. "Yo me encerré en mi casa y me dije que me iba a curar. Ahora soy madre por dos veces y soy feliz, parece que me quieren hundir pero no lo van a conseguir. Estoy triste pero sigo teniendo fuerza".