La defensa de este párroco pedófilo de Vilafamés ante sus delitos, cae por su propio peso. Así lo declaraba el sacerdote, "no era consciente de que fuera un delito tan grande". Sansó fue descubierto tras un chivatazo del FBI cuando investigaban una macrocomunidad virtual de pedófilos a la que se accedía a cambio del evío de este tipo de material.

Los vecinos de Vilafamés no daban crédito a lo sucedido. Sansó llevaba dieciséis años en el pueblo y nadie había notado nada extraño en él. Sin embargo, sus jefes directos no lo han perdonado ya que lo han supendido de todos sus cargos.

En lo que se refiere a la 'justicia terrenal' han pasado dos años hasta que el juzgado lo ha condenado a dos años de prisión. A pesar de ello, el sacerdote no pasará ni un solo día en prisión a cambio de que no delinque en los próximos cinco años.

El inspector de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía, Eduardo Casas, ha asegurado que "la tenencia es un tipo de delito penado de una forma bastante leve en nuestro código penal, por lo que es normal que no ingrese en prisión si no hay una producción de pronografía infantil".