Entrevista en MVT

Domingo, la víctima de la brutal paliza en Torre-Pacheco (Murcia) explica el ataque: "No vi nada. En un minuto pasó todo"

El jubilado de 68 años, fue atacado por sorpresa durante su paseo matutino cerca del cementerio. No humo amenazas ni robo. "No entendía lo que decían, fue todo muy raro", afirma. La policía investiga lo ocurrido.

Domingo Tomás, la víctima de la brutal paliza en Torre-Pacheco (Murcia) explica el ataque: "No vi nada. En un minuto pasó todo"

Lo que para Domingo, de 68 años, debía ser una mañana más de su rutina diaria terminó convirtiéndose en una auténtica pesadilla. Este vecino jubilado de Torre-Pacheco (Murcia), de costumbres tranquilas y madrugador por naturaleza, fue brutalmente agredido cuando salía a caminar, como hace cada día desde hace años. Sin previo aviso, sin amenazas, sin ningún motivo aparente. "No vi nada. En un minuto pasó todo", resume con la voz serena, pero el cuerpo todavía dolorido.

La agresión ocurrió a primera hora del miércoles, sobre las 5:30 de la mañana. A esa hora, aún de noche, Domingo salió de su casa como siempre. Tomó su ruta habitual: cruzó la estación de autobuses y se dirigió hacia el cementerio municipal, en las afueras del casco urbano. "Vi a un chico marroquí con un móvil. No le di importancia. Caminé unos metros más y en la zona ajardinada del cementerio vi a otro, que pegaba saltos y gritaba cosas que no entendía", recuerda.

Aunque le pareció raro, decidió seguir su camino. Pero apenas avanzó unos diez metros más, uno de los jóvenes corrió directamente hacia él. "Se me lanzó encima. Me tiró al suelo y me golpeó. Todo pasó muy rápido. Creo que me dieron un golpe y se marcharon", relata Domingo, que quedó tendido en el suelo, aturdido y sin saber exactamente qué había pasado.

Según explica, no hubo amenazas ni peticiones de dinero. "Hablaban en otro idioma. Si me hubieran dicho 'dame el reloj' o algo, lo habría entendido. Pero no dijeron nada". Nunca antes había tenido problemas en la zona, ni se había sentido inseguro. Por eso, lo que más le duele ahora no son los golpes, sino la sensación de vulnerabilidad.

Afortunadamente, las heridas físicas no han sido graves. "Tengo alguna molestia, pero es llevadero", dice con humildad. La Policía Local y la Guardia Civil ya investigan los hechos y tratan de identificar a los agresores.