Un préstamo para abrir un bar con una cuota abusiva ha acabado convirtiéndose en un drama para Maite y su familia. En Liarla Pardo, cuenta cómo ha sido este proceso por el que ha acabado perdiendo la casa en la que vivía junto a su madre y sus dos hijas.
"Me da miedo y vergüenza. Me siento humillada", cuenta a Antonio Campos. Afirma que, al empaquetar años de recuerdos que ha ido almacenando en esa casa se le ha "caído el mundo".
¿Y cómo ha llegado a esa situación? Ella misma nos lo cuenta: "Pedí 11.000 euros para un negocio y me exigen casi el triple (27.000 euros). Sufrí violencia de género y tuve que cerrar. No pude pagar las cuotas del préstamo. Me llegó una carta para pagar 1.900 euros en 72 horas; me dijeron que no, que querían la casa".
Reconoce que nunca pensó que iba a llegar a este extremo. "Mi casa ya no es mi casa", lamenta. Ahora, pertenece a tres "simpáticas" empresas, entre ellas un 'fondo buitre'. "Es una vergüenza. Yo esto no lo quería. Pedí ir a la cárcel y dejar la casa a mi madre", asevera.
El banco estaba cerrado
El misterioso comportamiento de Antonio y Ana María horas antes de su desaparición: se reunieron a escondidas con el subdirector del banco donde tenían sus ahorros
Rogelio, el subdirector del banco en el que tenían todos sus ahorros, les atiende cuando la sucursal ya está cerrada. Están reunidos 21 minutos antes de que el matrimonio desaparezca. Estas imágenes evidencian que Rogelio es la última persona que los ve con vida.