A Karlos Arguiñano no le ha sorprendido el escándalo de corrupción en el que se ha visto envuelto el rey emérito Juan Carlos I. Para el cocinero, más que campechano, el monarca es “un fenómeno”.

¿A una amiga le vas a dar 65 millones de euros? Jod**, campechano... No sé, parece ser que se movía bastante ligero con el asunto”, comenta Arguiñano.

Con Cristina Pardo, recuerda las dos veces que ha coincidido con Juan Carlos I. La primera fue en el restaurante Akelarre, donde le hizo un comentario que todavía recuerda: “Me da la mano y me dice: 'Hombre, unos zuecos como los de mi mujer'”.

El segundo encuentro se dio en el circuito de Jerez. “Yo iba con mi motito y me pararon. 'Karlos, que está aquí el rey, para que le saludes', me dijeron. Nos dimos la mano y me dijo: '¡Hombre! En tu casa no he estado nunca'. Le dije que ahora que estaba más libre, podía pasar cuando quisiera”, cuenta Arguiñano.

Lo sorprendente paso cuando, desde la grada, le empezaron a cantar: 'Un elefante, se balanceaba'. “Le dije bueno, agur”, asegura Arguiñano.