Belén Cuesta ha confesado en Liarla Pardo una de sus anécdotas más embarazosas de su comienzo en el mundo de la interpretación, cuando compaginaba el teatro con su trabajo de camarera para poderse costear el alquiler en Madrid.

La actriz, que hasta el 20 de junio se encontrará representando 'El hombre almohada' en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, trabajaba en un bar junto a Javier Ambrossi y, confiesa, mintió "muchísimo" a su jefe asegurándole que tenía experiencia.

"Fue como mi segundo o tercer día de trabajo y habían contratado una fiesta privada. El jefe me dijo 'tienes que llevar esta bandeja con copas de champagne' y, hostia, se la tiré entera a no sé quien relacionado con la monarquía", ha confesado.

"Ambrossi me miró y yo dije 'perdón'", ha relatado. La actriz ya conocía a Ambrossi de haber realizado con él microteatro: "Uno no se plantea como va a ir la vida o donde vamos a acabar o que va a pasar. Yo decía bueno, iremos compaginando, haremos teatro cuando podamos y estaremos aquí llorando los dos en el almacén porque queremos hacer otras cosas, claro".

Pero además, Belén Cuesta ha confesado otra divertida anécdota: el día que en plenas Navidades decidió ir a Málaga y, aunque se había hecho test para ver a su familia, fue un dia antes de lo que se podía: "Me paro la Policía y dije, '¿pero se puede no?'. Me dijeron que no y... igual una multa me llega".