2.000 millones de personas viven en lugares que serán inhabitables en menos de 60 años. Más de una quinta parte de la humanidad tendrá que mudarse por consecuencia de la emergencia climática, si no se toman medidas efectivas ya. Habrá zonas del planeta que a partir del año 2080 podrían alcanzar una temperatura media de 29 grados al año. Parte de América del Sur, África del Norte, península arábiga, India e Indonesia serán lugares invivibles debido al calor extremo.

Son las conclusiones de un estudio publicado esta semana en la revista 'Nature'. Con las políticas climáticas que hay ahora mismo, la Tierra podría calentarse 2,7 grados a finales de siglo. A pesar de que el acuerdo de París establece un calentamiento global muy por debajo de los 2 °C, lo que estamos haciendo nos lleva a esa subida. Esa subida convierte a una gran parte de la Tierra en inhabitable.

La segunda cifra clave de este estudio son los 29 grados. Los científicos consideran inhabitable un lugar con una temperatura media a partir de 29 grados. La vida hasta ahora se ha desarrollado por debajo: entre los 13 y los 27 grados se puede vivir. Más no y el estudio habla de 29 de media, lo que implica que las máximas se dispararían.

¿Qué consecuencias tiene vivir por encima de esa temperatura? Mayor mortalidad, menor productividad laboral, menor rendimiento cognitivo, problemas de aprendizaje, resultados adversos del embarazo o propagación de enfermedades infecciosas.

Ya hay lugares del mundo donde esto está ocurriendo. Hoy, en 2023, hay 60 millones de personas expuestas al calor extremo y pone como ejemplo de calentamiento en los últimos años la India. Allí ya sufren olas de calor extremas. La consecuencia es que más de un tercio de las muertes de la última década relacionadas con el calor han sido resultado directo del calentamiento global causado por el hombre.

¿Esto es reversible? Este panorama es lo que ocurriría si no hacemos nada y la temperatura sube 2,7 grados. Si frenamos el calentamiento y se limita a 1,5 °C la población que estaría en lugares de calor extremo bajaría del 225 al 5%. Serían 400 millones de personas en vez de 2.000.