Kevin Rubio reconoce estar "un poco abrumado" ante la solidaridad que está recibiendo tras denunciar públicamente la brutal agresión homófoba que sufrió en un local de Oviedo el pasado viernes por la noche. Según relata en La Roca, se han puesto en contacto con él varios cargos públicos para expresarle su apoyo, incluida la ministra de Igualdad, Irene Montero.
El joven cuenta que todo ocurrió en una discoteca a la que fue con un grupo de amigas tras una cena de empresa. "Estábamos todos bailando, pasándolo bien, sin hacer nada a nadie y fue entonces cuando comenzaron a empujarme por la espalda repetidas veces", narra.
"Yo lo que hacía era pasar del tema, no daba crédito, y entonces fueron mis amigas las que les preguntaron si pasaba algo. Lo único que hacían era mirar para mí hasta que uno de ellos empezó a cuchichear y lo que acabó diciendo fue 'maricón de mierda'", explica.
"Seguido de eso fue cuando ya me empujaron con bastante fuerza, que di unos pasos hacia adelante, y ya fue cuando yo me giré y al girarme recibí puñetazos por la cara y me entraron aquí un vaso", narra Kevin, que ha tenido que recibir puntos de sutura.
La víctima, que explica que no conocía de nada a los agresores, relata que se marchó de allí rápidamente: "Si me llego a quedar ahí no hubiesen parado y no estaría aquí contándolo", afirma. Lo primero que hizo al salir del hospital fue denunciar, afirma el joven, que ha enviado este mensaje a otros jóvenes que puedan temer que les ocurra lo mismo.
"No hay que tener miedo y hay que aprovechar, ya que ha pasado la desgracia, para darle voz y no esconderse porque entonces así no vamos a poder avanzar. Hay que dar la cara hasta el final y estar orgullosos de quienes somos", sostiene.