Nicolás estudiaba rodeado de futuros campeones olímpicos en un Centro de Alto Rendimiento para deportistas. El joven consigue estudiar en un instituto con horarios especiales. Que le permiten seguir con sus negocios.

¿Qué hace el pequeño Nicolás en un colegio para deportistas de élite? Le llamamos para pedirle explicaciones. “Me voy al colegio este también enchufado y me voy ahí para no repetir porque a mí me quedan tres asignaturas, en junio, en el otro colegio, y me quedan también en septiembre y para no repetir me voy a un colegio, que es el CARD”, cuenta.

"Ana Botella no pudo venir a mi graduación porque tenía una cosa de las olimpiadas"

“Otra cosa importante, en mi graduación, en el instituto Joaquín Blume, cuando yo me gradúo en el colegio vino Luis Arzúa que en aquel tiempo era consejero de Medioambiente,  vino Luis Miguel Boto, que era concejal de Chamartin, vino Álvaro Ballarin, concejal de Moncloa y ya no me acuerdo que más gente vino”, cuenta Nicolás. “Vinieron sólo a verme a mí. De hecho Ana Botella estuvo invitada iba a venir pero en el último momento no pudo porque tenía una cosa de las olimpiadas”.

Se gradúa rodeado de sus contactos y consigue entrar en la universidad. Elige la más exclusiva de Madrid. En el mismo centro que estudiaron Alejandro Agag o el ministro de Economía Luis de Guindos. Cuesta 9.000 euros al año. El precio de estar entre los futuros empresarios de este país. El joven se hace notar, acude con chofer a clase. El pequeño Nicolás  solo aprueba cuatro  asignaturas en tres años. No parece un alumno modelo pero Francisco Nicolás, el chico que no va a clase,  protagoniza la publicidad de la Universidad.