El líder de un grupo okupa que entró en un edificio de nueva construcción de Barcelona accede a hablar con Equipo de Investigación, aunque defiende que él solo hizo de portavoz "porque nadie tenía los cojones de ponerse a hablar". "Me sabía mal por los propietarios, y al final la situación acabó lo mejor que pudo", defiende el hombre.

Además, el portavoz okupa destaca que el dinero que negociaron para que el grupo se marchara del edificio "no lo pagaron los propietarios, sino que lo pagó la inmobiliaria". "Yo entiendo a los propietarios porque a mí me okupan mi piso y me pongo como ellos", manifiesta. Pese a que reconoce su presencia en la okupación, la denuncia se archiva por falta de datos de los okupas.