Jalis de la Serna explica en un Facebook Live su experiencia durante los reportajes de la primera temporada de Enviado especial. Aunque reconoce que "todos los programas han sido complicados de grabar porque requieren mucha producción y, sobre todo, burocracia", detalla que el acceso a la información en China y, especialmente, en Catar ha sido realmente difícil porque "controlan todo lo que se hace en el país". Las bajas temperaturas en el Ártico y "la obsesión de la seguridad en Israel", explica, son otros elementos que han dificultado las grabaciones.

El conductor de Enviado especial señala que la única forma de conseguir información en países muy restrictivos es "la paciencia, la insistencia y el respeto". "Si te pones tonto y a discutir diciendo 'soy un ciudadano libre que viene a aplicar mi derecho a la información, usted es un tirano', lo único que consigues es que te saquen del país de las orejas", destaca. Jalis de la Serna , además, declara que, tras la emisión del reportaje en el Ártico, "es un orgullo enorme contar con el respaldo de la NASA, que nos consideren una fuente fiable es maravilloso".

Después de una primera temporada que ha conseguido gran éxito, "gracias a su equipazo", reconoce, Jalis de la Serna confiesa que "ya" están trabajando sobre "nuevos temas de interés que nos afectan a todos". "Temas sociales de los que se comenta a niveles de altas esferas o élites, pero no se ha hecho el esfuerzo de ponerles cara y ojos" por lo que quieren "transmitirlo con la mayor cercanía posible a España". "Seguro que haremos una segunda temporada", destaca el periodista.