Uno de los empleados de reparto de La Mordida ha narrado a su jefe sin saber que era él su duro pasado antes de llegar a España.

"Soy peruano. Toda la vida he trabajado en la banca, era analista programador. Me metí en unos negocios, no me fueron bien y lamentablemente caí en el mundo de las drogas", ha señalado.

"España fue mi salvación, dejé las drogas y me dedique a trabajar", explica el empleado, ante la reacción de su jefe.

Otro momento destacado

Bea, una de las camareras de La Mordida, trató de manera muy desagradable a su jefe sin saber su verdadera identidad. Julio está tan enfadado que llega a romper en su cara el contrato laboral que les une. En el vídeo puedes ver cómo acaba el conflicto.