Durante el primer día como 'el jefe infiltrado', Manuel acude a uno de los locales de La Mar de Gambas. Allí conoce a Mari, la encargada del local, que deja alucinado a Manuel al ver cómo no sabe manejar la bandeja hasta tal punto de que lleva varias botellas en la misma mano. "Es la primera vez ne mi vida que me encuentro en un bar a alguien que no sabe manejar la bandeja", afirma indignado 'el jefe' a cámara, donde insiste en que "no tiene ningún sentido".

Pero no solo eso, el genio de Mari también sale a relucir durante el servicio en terraza. "Esta mesa creo que va a ser un poco complicada", afirma Mari, que explica a 'el jefe' que cree que le van a pedir "todo por fascículos": "Eso me revienta".

Cuando Mari regresa a llevar la comanda a la mesa, recibe de nuevo varias peticiones de la mesa, lo que enfada a la encargada. Sus caras de indignación llaman la atención de 'el jefe', que se ve obligado a intervenir y llevarse a Mari para evitar males mayores. "No sé si merece la pena tener en mi plantilla gente con el carácter de Mari", confiesa 'el jefe' a cámara, donde destaca que su encargada "es una bomba de relojería".