Después de la jornada laboral en el cocedero de gambas, 'el jefe infiltrado' conoce más a fondo a Rocío, su compañera de trabajo. La joven cuenta la dura historia que tiene detrás después de que su pareja falleciera por COVID. Ahora, le toca sacar adelante sola a sus dos hijos.
"En fin", se emociona Rocío al contar cómo sus hijos hablan de su padre y afirman que le echan de menos todo el tiempo. "Yo lo que intento es hacer planes, viajar y tenerlos distraidos para que ellos no piensen y el día de mañana piensen que han tenido una infancia bonita", explica Rocío a cámara. Además, cuenta a 'el jefe' que se quedan con los recuerdos con el padre, como cuando viajaban todos en autocaravana.
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Por otro lado, Rocío cuenta a 'el jefe' los problemas económicos que sufre. "A ellos les quedó su orfandad", explica Rocío, que cuenta que, en cambio, ella no tiene la pensión de viudedad al no haberse casado con los padre de sus hijos. "Al no estar casada no tienes derecho a nada", explica a 'el jefe', que reflexiona ante la cámara: "Rocío es una mujer fuerte y luchadora, yo en su caso no saldría ni de casa".
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Acusa a su 'ayudante' de "llenarse la barriga" y no trabajar sin saber que en realidad es su jefe infiltrado
Raúl, uno de los trabajadores de Forno de Lugo, protagonizó algunos de los momentos más tensos de toda la temporada de El Jefe Infiltrado. Sus duras críticas hacia su nuevo compañero fueron completamente demoledoras... pero él no sabía quién se escondía tras esa falsa identidad.