Punto y final a la polémica tradición de matar al Toro de la Vega. El Tribunal Supremo ratifica su prohibición de lancear al toro hasta la muerte, establecida desde el 2016 por un decreto ley de la Junta de Castilla y León.

Entre los argumentos que presentaba el Ayuntamiento de Tordesillas, que defendía que no había justificación real para prohibir la muerte del toro, están el de que "es un rito popular", el de que "la asistencia al espectáculo era superior a la de los animalistas que se manifestaban en la localidad" o el de que "la muerte del toro no atentaba contra su dignidad sino que la aumentaba", enumera Sandra Sabatés.

"La verdad es que el Ayuntamiento tiene razón, especialmente en eso de que no hay nada que dignifique más a un animal que ser perseguido y torturado hasta la muerte por cientos de personas y que después se exhiban sus testículos clavados en una lanza a modo de trofeo", comenta El Gran Wyoming con tono sarcástico. "Me están entrando ganas de que me lo hagan a mi", sentencia el presentador.

Además, Wyoming asegura que "desde El Intermedio se aplaude esta decisión del Tribunal Supremo que pone fin a una costumbre que debería haberse quedado en la Edad Media". "No porque acabe con el sufrimiento del toro sino porque también acaba con su propio sufrimiento", haciendo referencia a "la pasta" que se ha dejado cada vez que Gonzo se desplazaba hasta Tordesillas para realizar diferentes entrevistas y reportajes.