Andrea Ropero acompaña al sociólogo Alberto Godoy en un paseo por las calles del madrileño barrio de Malasaña, donde lleva 40 años viviendo. Desde hace ocho, tiene que moverse por él en silla de ruedas a causa de la esclerosis múltiple que padece. Señala que su día a día "es una carrera de obstáculos", ya no por el mal estado de las calles, sino por "las terrazas, tenderetes y puestos de distinto tipo": "Da rabia no poder ir a sitios donde todo el mundo puede ir", afirma.

En lo que respecta al transporte público, denuncia que "en los autobuses son muchas las veces que me he tenido que quedar porque la plataforma elevadora no funciona y venía otro y pasaba lo mismo", una circunstancia que también le ocurre la ir al cine: "Esta semana tenía el estreno de una película y no pude entrar porque la plataforma que tenían la han quitado". Por todo ello, asegura que "nos sentimos ciudadanos de segunda, tercera y cuarta".

En el vídeo sobre estas líneas, demuestra a Andrea Ropero las carencias en materias de accesibilidad que hay en este barrio madrileño, desde los obstáculos del mobiliario urbano, hasta las furgonetas de reparto, pasando por los bares y tiendas que no tienen en cuenta a las personas de movilidad reducida, a los que alguna vez ha mostrado su indignación: "Les proponemos hacer una colecta para comprar unas rampas que cuestan 50 euros, pero no hay actitud", sentencia Godoy, que también destaca la accesibilidad de ciudades como Ávila o Barcelona.