Guillermo Fesser analiza en El Intermedio la situación en Estados Unidos con el racismo y el deporte y destaca que el país se gasta 56 mil millones de dólares al año en entradas: "La afición es bestial". El periodista apunta que el 72% de la gente entre 18 y 29 se declara fan de algún equipo, de ahí la relevancia de los deportistas, que tienen miles de seguidores en sus redes sociales.

Un ejemplo de alguien que utilizó su fama para hacerse escuchar fue Muhammad Ali, que se negó a ir a la guerra de Vietnam y aclaró que cuando entraba a un cuadrilátero no lo hacía para derrotar al contrincante, sino que necesitaba ganar para que la gente escuche las cosas que tenía que decir. Kareem Abdul-Jabbar dijo que si se utiliza la posición de deportista de élite para denunciar una injusticia, en algún rincón del mundo a alguna persona le mejora la vida al día siguiente.

Fesser critica que en EE. UU. no les gusta que las personas de raza negra "hablen de otra cosa que no sea deporte" y nombra a varios deportistas que tuvieron gestos de denuncia del racismo. "Los clubes deportivos siguen con esa mentalidad de plantación de blancos por arriba y negros por abajo, pero algo está cambiando gracias a héroes", aunque indica que todavía no es un movimiento de masas. "Es curioso que a la masa los temas del racismo le cuestan cuando le salen fácilmente los religiosos o puritanos", subraya.