Andrea Ropero ha abordado la problemática de la precariedad en las residencias con Tomás Plaza, un anciano de 81 años que lleva 11 meses viviendo en uno de estos centros junto a su mujer. "Yo pensaba que una residencia era nuestro paraíso final, porque sabemos que venimos aquí a morir, pero venimos a que nos defenestren poquito a poco, a que nos maltraten y nos den de comer basura".

Sobre esto último, Tomás asegura que "lo que nos dan no es ni comida, nos dan todo en lata, no hay una cosa fresca ni en broma". "No es comible en el 90% de los casos", afirma rotundo este hombre que se emociona ante el dolor de ver las malas condiciones a las que se enfrenta su mujer.

En el vídeo sobre estas líneas, Tomás denuncia la falta de personal en su residencia, donde su mujer llegó a estar más de una hora sin que la limpiaran después de hacerse sus necesidades y las altas temperaturas a las que algunos de los ancianos se enfrentaron durante el verano en habitaciones sin aire acondicionado "a 40 grados". Además, manda un contundente mensaje a los políticos: "Está en sus manos remediarlo".

"Se tienen menos derechos dentro de las residencias que fuera de ellas"

"Las comunidades autónomas han facilitado el negocio a costa de la atención de las personas mayores", afirma rotundo el presidente de la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en Residenciasen esta entrevista con Andrea Ropero.