"Un momento", interrumpe Cristina Gallego, rodeada de humo en el plató de El Intermedio. Y es que "no hay que irse tan lejos para encontrar fans de fumar a los que no les sentó bien la ley antitabaco". Cuando se cumplen 10 años de dicha ley, la colaboradora repasa todas las quejas que hubo en su momento. "Hoy parece imposible escucha a un político hablar de las bondades del tabaco, pero hace pocos años muchos se pusieron en contra de la ley", afirma Cristina Gallego, que destaca que hubo incluso políticos progres muy críticos.

Por ejemplo, Miguel Ángel Revilla, quien sentía que los fumadores estaban siendo perseguidos: "Parece que es peor que robar. Yo no robo, ni he probado la marihuana, pero fumo puros". "Me gustaría encontrar en España un lugar que pusiera, 'aquí solo entran fumadores", insiste el presidente cántabro. Aunque, sin duda, donde hubo más críticas contra la ley fue en las filas de la ley, y es que aunque al final votaron a favor, lo hicieron "con la nariz arrugada". Por ejemplo, Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la Comunidad de Madrid: "Como liberal que soy, los Gobiernos no estamos para inculcar hábitos saludables a la ciudadanía, estamos para proteger los derechos y libertades de la ciudadanía, también de los que fuman".

A Ana Botella tampoco le gusto la ley y, en señal de protesta, decidió fumarse un cigarro en pleno mitin. También Mariano Rajoy, que llegó a afirmar que modificaría la ley cuando llegara a Moncloa. "Está claro que a muchos políticos les costó aceptar la ley antitabaco", reflexiona Gallego, que afirma que "hoy en día sería imposible que políticos modernos hicieran apología del tabaco". En ese momento, ve fotos de Abascal fumando y responde tajante: "He dicho políticos modernos".