Rosa López se adentra en el patio de su colegio. "En vez de acordarme de lo bueno me estoy acordando de lo malo", lamenta. La cantante cuenta a Albert Espinosa lo que le pasó un día que se quedó a comer en el comedor. "En el comedor no sé quien me tiró algo y yo ya estaba hasta el mismísimo", relata.

Ese día se levantó de la silla, cogió comida y se la restregó a otro alumno. "Como en las películas, igual. Acojonada porque el que me hacía un poquillo de bullying era un chico que había repetido varias veces de curso y era mayor", rememora.

El chico en cuestión le dijo que le esperaba fuera. "Y yo estaba aquí esperando, pero acojonada. Pero sobre todo esperando a que llegara mi hermano Octavio", concluye.