El ciberacoso ha aumentado de forma espectacular. Alba Sánchez hace un repaso por los datos de esta nueva tendencia negativa. Y es que cada vez son más los menores conectados sin supervisión y eso hace que las cifras de ciberacoso suban.

El ciberacoso es una conducta agresiva, degradante, intencional y repetitiva a través de dispositivos tecnológicos que se da en cualquier lugar y a cualquier hora del día por lo que tiene una difusión completamente masiva.

En 2017, último año en el que se recabaron datos, se dieron 81.307 casos de ciberacoso denunciados. Andalucía, Madrid y Valencia son las Comunidades que lideran este desafortunado ránking.

El delito que más se reproduce estos días es el ciberbullying, el acoso escolar trasladado a las redes sociales. Es uno de los tipos de acoso que más está subiendo actualmente. Tanto es así que, en España, se ha puesto desde principios de verano un protocolo para avisar a los padres y a los menos de cómo deben actuar ante una situación de ciberbullying.

Los datos son aterradores. Siete de cada 10 alumnos dicen que lo ha sufrido. 529.000 niños de entre 8 y 13 años son víctimas. Sólo constan 2.286 denuncias y eso ocurre porque el 40% de los menores se conecta a Internet sin la supervisión de un adulto y casi el 50% de los niños de 11 años ya cuenta con un dispositivo móvil o con acceso a las redes sociales.

¿Cuales son sus características?

El ciberacoso se caracteriza por el anonimato del acosador. Este suele estar en el entorno de la víctima, puede pertenecer incluso al mismo colegio, y suele buscar a los 'huérfanos digitales', es decir, estos menores que tienen acceso a Internet sin la supervisión de un adulto que son mucho más vulnerables.

¿Cómo detectarlo?

Para detectar si un menor o un adulto está sufriendo ciberacoso hay que prestar atención a las señales. Estas son ansiedad, tristeza, problemas digestivos y alteraciones del sueño. Si es un menor posiblemente no quiera ir al colegio y si es un adulto probablemente no quiera trabajar.

Para conseguir que un niño lo cuente, sobre todo no hay que presionar, demostrar confianza, autoridad y poner en conocimiento de la escuela.

¿Cómo pararlo?

Hay que denunciarlo a las autoridades ya que en España se está poniendo en marcha una retirada de vídeos de ciberacoso, un proyecto de ley que todavía se tiene que estudiar pero caso de denunciar y que se pruebe el delito es posible retirarlo de las redes sociales.

Existen teléfonos contra el acoso. El año pasado recibieron casi 13.000 llamadas.

¿Cómo evitarlo?

El Instituto de Ciberseguridad ha dado una pautas para evitarlo. Aconseja que hay que evitar que los niños de 0 a 2 años estén en contacto con las pantalla; a partir de los 3 hasta los 5, siempre acompañado por un adulto y supervisando lo que consumen; entre los 6 y los 9, limitar el tiempo y dejarles espacio pero orientándoles cómo utilizar las redes sociales; y de los 9 en adelante dejarles su espacio pero revisar siempre el historial que ha consumido el menor.