El 31 de octubre del año 2012, una avalancha humana en el pabellón del Madrid Arena acabó con la vida de cinco chicas tras infinitos errores: el recinto no tenía licencia, el aforo se superó un 215% y la seguridad había recibido órdenes de no dejar salir a nadie. Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las fallecidas en la avalancha, explica en el vídeo cómo "las niñas que fallecieron estaban en la parte inferior" de la avalancha que ocupó hasta "siete alturas".

Una de las jóvenes que vivió de primera mano esa avalancha es María, que recuerda en el vídeo principal de esta noticia cómo durante unos eternos minutos perdió a una amiga con la que iba de la mano: "Cuando yo salí de esa situación, yo había perdido ya mi bolso, las llaves del coche...", recuerda la joven, que cuenta cómo fue el momento en el que, por fin, volvió a ver a su amiga: "Sacaron a varias chicas que ya estaban inconscientes y después de un tiempo de espera y ansiosa por verla salir de allí, por fin aparece".

"La abracé y recuerdo que iba con un chico, que le ayudó a evitar golpes y le hizo un poco de barrera, porque era un chico fuerte, entonces le ayudó a evitar que la situación empeorara", explica María, que explica que le ayudó a sobrevivir a su amiga. Pero Cristina no tuvo esa suerte y fue una de las fallecidas.

Su madre, Isabel de la Fuente, cuenta lo sucedido: "Yo sé que Cristina se resbaló, le cayeron encima ocho o nueve personas. Un amigo que estaba con ella pudo sacar a una, pero a ella no, y murió aplastada y asfixiada". "He leído el informe forense, estoy segura de que ellas se dieron cuenta de que se morían. Estoy convencidísima, vamos", afirma rotunda Isabel, que asegura que "hay signos en el informe forense que así lo indican". Claro, "Tú no te asfixias de golpe, te vas asfixiando poco a poco. Esto es así", insiste.