Está en el punto de mira de la Justicia: imputado por acoso sexual y con una orden de alejamiento. No puede acercarse a menos de 500 metros de la denunciante. Los detalles del caso los adelantaba Eduardo Inda en su blog. La presunta víctima es su doctora y la de toda su familia, la de su mujer y sus hijos.

Todo comienza al parecer en julio de 2012, cuando empieza a recibir mensajes de alto contenido sexual: "Me enviaba WhatsApp en los que decía que quería tener relaciones sexuales conmigo y que quería atarme, que tenía que dolerme porque disfrutaría más. Tiene tendencias sadomasoquistas", señalaba.

También recibe llamadas, y sospecha que la están siguiendo. Pronto se da cuenta que no son sospechas. Según contaba Eduardo Inda en su blog, este hombre llega a presentarse en París, donde está la doctora en viaje de trabajo. Se planta en el hotel donde está alojada, con la intención de "charlar" con ella. Se jactaba de ser amigo de los reyes y de tener a los servicios de la Casa Real, de que la estaban siguiendo y de que le iban a pinchar los teléfonos.

Todavía habría más. La doctora denuncia que las amenazas y coacciones también se producían en su despacho profesional y acompañado en ocasiones por un "matón". El insoportable acoso al que estaría sometida queda muy bien reflejado en el contenido de los mensajes de texto que le llegaban continuamente.

Vemos algunos ejemplos: "Hoy no te hemos seguido, ya no lo hacemos casi nunca, pero no estés tranquila, pronto sabrás de nosotros". "Puta, esta semana hemos seguido a tus hijos. Ten cuidado, tu casa no es segura". "Acabaremos contigo. Tú y tus hijos estáis muertos, puta". "Hablamos de tus habilidades sexuales. Te vas a enterar". Ella decide denunciar, y tras ello todavía le quedaría lo peor: presiones para evitar que llevara el caso a la Justicia.