Romeo lleva cuarenta días viviendo frente al volcán de Cumbre Vieja, en Tajuya (La Palma), e intenta llevar su vida con normalidad pese a la situación extrema que está viviendo la isla. Desde su casa, en su terraza, se ve perfectamente la desolación que ha causado la lava y que ha enterrado algunos de sus lugares más habituales.

Frente a su casa estaba el lugar donde jugaba. Ahora, se encuentra bajo el magma. "Era mi campo de fútbol, que llevaba dos días entrenando... Se lo ha llevado", ha explicado en directo en Al Rojo Vivo.

Vivir de cara al volcán tiene sus consecuencias y a Romeo, confiesa, no le gusta mirar a la desolación. "No me gusta mirar al volcán porque pienso en todo el mundo que se ha quedado sin casa y ahora mismo no tiene dónde estar. Me da muchísima pena porque tengo familiares que se han quedado sin casa y no me gusta", explica.

Cuarenta días después, el niño evoca el primer día, que fue para él "el peor". "Estaba en mi casa y me dijeron que había explotado el volcán. Me puse nervioso y fuimos mi madre y yo al baño y lloramos", relata.

El niño se ha visto sobrecogido por los nervios de entrar en directo, pero no ha querido despedirse sin mandar un mensaje de cariño a sus vecinos. "Un fuerte abrazo para todo el mundo que se ha quedado sin casa. Todo va a salir bien, un beso", ha dicho.

El director y presentador de Al Rojo Vivo, Antonio García Ferreras, no ha querido despedirse sin elogiar al niño. "Nuestro reportero testigo, espectacular. El mejor que tenemos en la isla", ha subrayado.