Colaboradores del banco de alimentos aseguran que lo que les falta en la recogida no son tanto los alimentos, sino que son los voluntarios. En concreto cifran en 32.000 los que este año escasean, sobre todo, en Madrid y Cataluña. Gema Escribá, directora de 'La gran recogida' del Banco de Alimentos de Madrid, lamenta que la gente "está más pendiente de otras que pasan en las noticias".

La actualidad catalana está muy interesante, pero a un millón y medio de personas, el proceso que les tiene en vilo es el de recogida de alimentos, ya que muchos comen gracias a ellos: "Llegas aquí hecha polvo, que no sabes por dónde tirar y ellos te brindan comida e incluso te aguantan las penas".

Cientos de miles de personas siguen necesitando el banco de alimentos. Algunos usuarios se quejan de que la situación económica no mejora para ellos: "Todo el mundo dice que estamos mejor, pero realmente no". Y aseguran que los alimentos no se recogen solos, las cajas no se clasifican solas y las estas estanterías no se llenan solas.

Todo ese trabajo lo hacen voluntarios que regalan solo cuatro horas de su tiempo libre. Ellos aseguran que lo hacen para que esas personas que lo necesiten no les falte, no lujo, sino algo básico como comida.

Mírenlo así: es hacer de Rey Mago. ¿Qué es sino una persona que dedica su tiempo a conseguir que otros tengan una Navidad menos austera? Y sin ellos, esta Navidad hay quienes no recibirían ni carbón.