Un Orgullo sin carrozas ni aglomeraciones, menos glamouroso que otros años pero cuya parte importante es la reivindicativa. A la movilización no le faltó color, pero sobre todo no le faltó reivindicación.

Fue un día de reivindicación del colectivo dentro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de quienes quieren tener una infancia feliz sin tener que entender de leyes.

Un día en el que también se quiso reivindicar a todo aquello que se ha dejado la Ley Trans, alzando la voz por las personas no binarias y pidiendo que las infancias trans sean reconocidas.

También fue el día para aquellas personas que, simple y llanamente, apoyan al colectivo en pro de los derechos humanos. Reivindicaciones con un mensaje contundente a los que discriminan en una concentración que reunió a 12.000 personas que, por norma general, respetaron las normas sanitarias.