Cada vez es más difícil encontrar un cajero automático cerca de casa, y esto se nota sobre todo no en las ciudades, sino en los pueblos, en la España vaciada. Por ejemplo, sacar dinero en Piñor es misión imposible. En este pueblo de Ourense no hay cajeros automáticos, y por eso han tenido que diseñar una estrategia: "Coges el coche y ya haces todo. Lleva a la gente mayor a desplazarse y tienes que depender de un taxi o de un familiar".

Un problema que también tienen en Berrocal. "Me vienen diciendo que han ido a sacar dinero y que el cajero no está disponible", explica Paqui García, alcaldesa de este municipio de Huelva. El pueblo más cercano para sacar dinero se encuentra a 20 kilómetros. Por eso, personas como María se trasladan a este lugar para darle a su madre el dinero en efectivo: "O lo traemos o tiene que ir al pueblo más cercano".

Hay quienes han pasado a ser 'taxistas' para ayudar a los vecinos a sacar dinero, y otros que aprovechan cualquier fórmula para no tener que desplazarse tanto. Es el caso de Eladio, que saca directamente dinero en el bar: "Me pasan la tarjeta y me dan 20 euros para poder tener dinero para mis cosas". Según el Banco de España, al cierre de 2021, existían en nuestro país 48.081 cajeros.

Son 1.400 cajeros menos que en la misma fecha hace un año. Y si lo comparamos con 2008, año de la crisis e inicio de este cierre de terminales, a día de hoy tenemos 13.000 cajeros menos, una cifra que no era tan baja desde hace 20 años, en 2002. Y el cierre tiene que ver con la tendencia a la digitalización y a la reducción de plantillas que están realizando muchos bancos.

Esto no hace más que agravar el problema en la conocida como 'España vaciada'. "Tenemos sucursal bancaria desde hace aproximadamente seis o siete años", ha destacado José Luis González, alcalde de Piñor. En la otra cara de la moneda, el número de terminales de punto de venta sigue creciendo, lo que hace pensar que cada vez más la población se preocupa menos de tener el dinero en forma física.